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Les comparto los poemas que aparecieron en la hermosa revista New York Poetry review, edición de enero 2021. Excepto por el último (Nicaragua), los demás son de mi nuevo libro: «El Pez rojo que nada en el pecho» Premio Jaime Gil de Biedma 2020, publicado por Visor Libros.

136. POESÍA NICARAGÜENSE. GIOCONDA BELLI

09 Ene 2021

 

EL AMOR DE LAS BUGANVILIAS

 

Me tienta el amor con sus espinas

sus arañazos tercos

su manera de brincarse los cercos

y subirse a las tapias

su vocación de flor

de buganvilia rosa, blanca, morada

enredándose en los agrestes patios.

No sé qué quiero de él

qué imagina de mí

qué sueños o quimeras hilvanamos

dejando enfriar el café sobre la mesa,

las miradas prendidas como anzuelos

sobre el pez rojo que nos nada en el pecho.

Mientras hablamos

cada cual da tirones a la caña

en la lucha tenaz por apresarlo.

Discutimos de si sí o si no

mientras la buganvilia sube

nos enreda

y las flores explotan

y la baranda cede.

 

 

DESAFÍO A LA INCERTIDUMBRE

 

Anoche

en la cama de los dos

sin decirte nada

supe encontrar la eternidad de tu espalda

medir la distancia de tu cercanía

saber que te retendré con la tenacidad de mis dientes.

 

Temes que este amor

sin trópico perezca

abrumado por el estrépito y el frío de tus grandes ciudades.

 

Temes que me amarille

en los invernaderos de la niebla

y pierda el calor con que me suelto a vivir entre tus brazos.

 

Válidos son tus temores.

Yo también temo el orden de otros paisajes

las autopistas, los seres acomodados en la saciedad.

Pero he aquí que hemos de surcar juntos el Hades

los infiernos de bocas innumerables.

 

No vaya a ser que por volver la cabeza atrás

inauguremos un museo de estatuas de sal.

 

 

CONSEJOS PARA LA MUJER FUERTE

 

Si eres una mujer fuerte

protégete de las alimañas que querrán

almorzar tu corazón.

Ellas usan todos los disfraces de los carnavales de la tierra:

se visten como culpas, como oportunidades, como precios que hay que pagar.

Te hurgan el alma; meten el barreno de sus miradas o sus llantos

hasta lo más profundo del magma de tu esencia

no para alumbrarse con tu fuego

sino para apagar la pasión

la erudición de tus fantasías.

 

Si eres una mujer fuerte

tienes que saber que el aire que te nutre

acarrea también parásitos, moscardones,

menudos insectos que buscarán alojarse en tu sangre

y nutrirse de cuanto es sólido y grande en ti.

 

No pierdas la compasión, pero témele a cuanto conduzca

a negarte la palabra, a esconder quién eres,

lo que te obligue a ablandarte

y te prometa un reino terrestre a cambio

de la sonrisa complaciente.

 

Si eres una mujer fuerte

prepárate para la batalla:

aprende a estar sola

a dormir en la más absoluta oscuridad sin miedo

a que nadie te tire sogas cuando ruja la tormenta

a nadar contra corriente.

 

Entrénate en los oficios de la reflexión y el intelecto

Lee, hazte el amor a ti misma, construye tu castillo

rodéalo de fosos profundos

pero hazle anchas puertas y ventanas

 

Es menester que cultives enormes amistades

que quienes te rodean y quieran sepan lo que eres

que te hagas un círculo de hogueras y enciendas en el centro de tu habitación

una estufa siempre ardiente donde se mantenga el hervor de tus sueños.

 

Si eres una mujer fuerte

protégete con palabras y árboles

e invoca la memoria de mujeres antiguas.

 

Has de saber que eres un campo magnético

hacia el que viajarán aullando los clavos herrumbrados

y el óxido mortal de todos los naufragios.

Ampara, pero ampárate primero

Guarda las distancias

Constrúyete. Cuídate

Atesora tu poder

Defiéndelo

Hazlo por ti

Te lo pido en nombre de todas nosotras.

 

 

LAS ASESINADAS

 

El pequeño pie de la mujer

sobresale bajo la sábana,

bonito el pie, delicado.

De seguro le gustaría andar con las uñas pintadas

calzar altos zapatos elegantes.

El otro pie, todavía conserva

la sandalia del diario, de trabajo.

 

No es difícil imaginarla contenta y dicharachera

vendiendo naranjas o verduras en el mercado

– ¿qué va a querer, doñita, le doy buen precio-

Hablando con la vecina del tramo

mientras se sopla con el trapo

porque hace calor

Es de las que llegan a la casa y sientan al hijo a hacer las tareas

-estudia muchacho, si no nunca vas a ser nadie-

y lava y plancha

y ya cuando el hijo duerme

mientras ve las noticias en el pequeño televisor

frente a la cama,

saca la lima, la acetona, se quita la pintura vieja de las uñas

y se las pinta con cuidado en lo que pasan los anuncios.

 

Al día siguiente.

el esposo, el amado o el descartado

llegará con los celos, la pendencia, el orgullo.

Será el grito, el manotazo

La matará hundiéndole un cuchillo en el pecho.

Todavía incrédula.

Ella caerá al suelo de espaldas

 

En la foto del periódico

nosotros veremos el pie delicado

asomar bajo la sábana que tapa su cadáver.

Veremos el otro pie todavía con la sandalia puesta.

Pies tristes. Ya sin dueña que les pinte las uñas.

 

Pies tristes. A diario.

Contando la misma historia.

 

 

ABRIL MÁS CRUEL QUE EL INVIERNO

 

Todas tuyas son mis noches,

En estos días de encierro.

Los días son todos míos

De mi boca relamiendo

El largo del largo tiempo.

Urdiendo palabras paso

Páginas que no me dejan.

El día entero se extiende

El sol fiel de la mañana

Los pájaros con sus cantos

Afuera de mi ventana.

No se nota lo que pasa

Podría ser cualquier fecha

Cualquier abril encendido

Caliente y bien amarillo

Pero no es cualquier abril

Éste superó al de Eliot

Ha llegado el más cruel

Más cruel que el más duro invierno.

No sé qué haría sin vos

Por más que ame el estar sola

Las horas se han hecho largas

Inquietas y preguntonas

Preguntan qué hacer mañana

Cuántas muertes más habrá

Si querré abrir los periódicos

Leer en el desayuno

con el cereal y las frutas

Los que se llevó la plaga

Ancestros que no pensaron

Morir estas muertes tristes.

Me encierro en palabras bellas

Acepto la incertidumbre

Siempre la vida es incierta

Hoy más incierta que nunca.

Pero en la noche estás vos

Las almohadas que conozco

El respirar de los perros

Echados en las alfombras.

Ven y cerremos los ojos

Pretendamos que la vida

Nos salvó de este naufragio

Las noches mías son tuyas.

Lávate bien esas manos.

 

 

NICARAGUA

 

Tantas veces me he propuesto olvidarte

como si fueras un amante cruel de esos que le cierran a uno

la puerta en las narices,

o uno de aquellos que cuanto más se aman

más olvido prodigan.

Pero nada de lo que hago lo consigue.

Viene el verdor la lluvia el viento

el revoloteo de los papeles en las calles

el roble derramando sus flores como cáscaras de seda en las aceras

el rostro del chavalo con el trapo

su sonrisa que cruza y trasciende la pobreza,

viene el atardecer sobre el perfil puntiagudo del volcán a lo lejos

las nubes derramando pintura roja y púrpura sobre el cielo

el hablar deslenguado rápido juguetón de la gente

y todo lo que maldigo y desdigo de vos se me deshace

y me irrumpe el amor como si me corrieran caballos en el pecho

y te contemplo atravesada de ceibos y corteses

de madroños caobos y palmeras

y te amo, patria de mis sueños y mis penas,

y te llevo conmigo para lavarte las manchas en secreto

susurrarte esperanzas

y prometerte curas y encantos que te salven.

Palabras digo, puesto que son ellas la argamasa de mi vida

y a punta de palabras te imagino una y otra vez renacida,

genial, despojada de cuanta polilla te corroe día a día los cimientos.

Arranco de tu pelo a los que te venden te roban y te abusan.

Te cuento cuentos en la esquina de mi almohada.

Te arropo y te tapo los ojos

para que no veas a los verdugos que llegan a cortarte la cabeza.

 

Tierra paisaje

Yo moriré, morirán mis angustias

pero vos seguirás

anclada en el mismo lugar

acurrucando mis memorias

y mis huesos.

 

 

CUMPLEAÑOS

 

Me intriga cómo el tiempo se introduce en los huesos

borda años sobre la piel con sus finas agujas.

Me pregunto cómo es que pronto tendré otro cumpleaños

yo que fui hecha para ser joven siempre

y no conozco cómo se aprende a ser vieja.

 

 

ERNESTO CARDENAL R.I.P

 

Son las doce de la noche.

Oigo los pasos del viento en su ronda nocturna

Me pregunto qué viento cósmico oirás vos

Ernesto.

Ayer moriste. Te leo y sé

que soñaste tu muerte

como un cerrojo abriéndose

para acercarte a la luz de las estrellas

y por fin abrazar al Amado,

ese Dios al que ofrendaste tu soledad,

por quien renunciaste a todo lo que no fuera

su amor.

 

Hoy te vi en el ataúd

con tu boina negra, la cotona impecable,

recién planchada, la que nada arrugará

porque estás inmóvil ya, sin respirar,

no como te vi la última vez

con la máscara de oxígeno y tu pecho

subiendo y bajando angustiado,

intentando tomar el aire a bocanadas.

El sonido agudo de alerta

de la máquina que registraba el ritmo de tu corazón

se encendía una y otra vez.

Tu vida escribía su adiós en la pantalla.

¡Extraña sensación la de verte morir!

La Salvita untándote aceite de lavanda en la frente,

amorosa custodia mojándote los labios con agua.

Te hablé al oído sin saber muy bien qué decirte

Que te vaya bien, te dije

No estás solo, te dije, te queremos, te dije.

La despedida al viaje más largo

y las palabras tan pocas, triviales

como si se tratara de un viaje del que ibas a volver

no como ese del que ahora sos pasajero

un pasajero dócil, tu carita dormida

bajo el cristal del féretro

“y le puse sus Crocs” dice Luz Marina, y sonríe.

 

¿En qué terreno arenoso o gaseoso

habrás aterrizado calzando tus Crocs?

Una isla, quizás

un Solentiname en los anillos de Saturno

o un mar lleno de tormentas inmensas en Júpiter.

Me pregunto qué viento estarás oyendo vos

Ernesto,

un viento estelar, los largos dedos de tu amado

despeinando tu pelo cano

tus manos sosteniendo la boina

último recuerdo de tu vida.

 

 

Frágil como un papiro antiguo

quedaste prendido en mi memoria

oigo tu voz cuando paso las páginas

los largos versos que leo para retenerte;

la media noche a la que arribará pronto

ese día que ya no viste.

 

 

Gioconda Belli nacida en Managua, Nicaragua es poeta y novelista. Desde muy joven participó en el movimiento revolucionario que derrocó a Anastasio Somoza en 1979. Ganó en 1978 el Premio Casa de las América en Cuba por su poemario “Línea de Fuego” y el Premio a la mejor Novela Política del Año en Alemania en 1989 por su novela “La Mujer Habitada”. Su memoria “El País bajo mi piel” fue finalista del Los Ángeles Times Book Prize en 2001. Por su novela El Infinito en la Palma de la Mano recibió los premios Biblioteca Breve de Seix Barral y Sor Juana Inés de la Cruz de la FIL, Guadalajara. En 2010, su novela El País de las Mujeres ganó el Premio Latinoamericano “La Otra Orilla” En 2015, su novela El Intenso Calor de Luna fue finalista en la Bienal de Novela Mario Vargas Llosa.  Su poesía también ha recibido, entre otros, el premio Generación del 27, el Ciudad de Melilla, y en 2020 el Jaime Gil de Biedma. En 2018 recibió el Premio Hermann Kesten del PEN Alemán y el Premio Oxfam-Novib PEN en La Haya, reconociendo su trabajo por la libertad de prensa y en defensa de los derechos humanos y los de la mujer. Sus obras han sido traducidas a más de veinte idiomas. Es presidente de PEN Internacional, capítulo Nicaragua, miembro de la Real Academia de la Lengua de Nicaragua y Caballero de las Artes y las Letras de Francia. Ha escrito ocho novelas: La Mujer Habitada (1988) Sofía de los Presagios (1990) Waslala (1996), El Pergamino de la Seducción (2005), El Infinito en la Palma de la Mano (2008) El País de las Mujeres (2010), El intenso calor de la luna (2015) y Las fiebres de la memoria (2018) un libro de ensayos: Rebeliones y Revelaciones (2017) una memoria de sus años revolucionarios El País bajo mi piel, (2001) y cuatro cuentos para niños: El Taller de las Mariposas es el más conocido. Sus libros de poesía son: Sobre la Grama, 1973 -Premio Mariano Fiallos Gil, UNAN-Nicaragua; Línea de Fuego, 1978 -Premio Casa de las Américas- Cuba; Truenos y Arco Iris, 1982; De la costilla de Eva, 1987; Apogeo, 1997; Mi íntima multitud, 2003- Premio Generación del 27 –España; Fuego soy apartado y espada puesta lejos, 2006- Premio Ciudad de Melilla –España; En la avanzada juventud, 2013; El pez rojo que nada en el pecho, 2020- Premio Jaime Gil de Biedma. Antologías de Poesía: Amor Insurrecto, El ojo de la mujer, Escándalo de Miel, Una mujer furiosamente piel.

https://www.nuevayorkpoetryreview.com/Nueva-york-Poetry-Review-2881-136-poesia-nicaragense-gioconda-belli?fbclid=IwAR1Yzqqkeq7QUyAqv3VEMz7kwuhreR-7vFclg8W4F26Hkne-ertb8_KR-ag

Aquí está mi nuevo libro de poemas. El título surge del primer poema donde se describe una pareja que se atrae. Cada uno lanza su anzuelo para cazar «el pez rojo que nada en el pecho» del otro.
Es una sensación muy especial la que produce ver publicado un libro que uno ha escrito y que reúne, como en este caso, los fogonazos de pasión, emoción, tristeza, reflexión, que la vida nos reparte. Este libro está dividido en tres secciones: «El amor, esa extraña palabra» (una frase de Julio Cortázar), La criatura sin pene, sección de poemas sobre el ser mujer, donde se encuentra el poema Consejos para la mujer fuerte, que muchas me han preguntado en qué libro está ( inédito hasta ahora) y la última sección se llama «¿Qué puede hacer la poesía?»que contiene poemas diversos y poesía sobre la sociedad y el anima política.
No sé si ya dije cuanto tenía que decir y si éste será mi último libro de poesía. Uno se pregunta si el paso del tiempo lleva a que ya se hayan experimentado esos emociones que provocan poesía como la mía, que es muy apegada a la propia vida. Uno teme empezar a repetirse. No sé, la verdad. Sólo sé que, por ahora, este es mi último libro de poesía.

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